viernes, 8 de enero de 2010

El "resurgir" de Nadal

Comenzada ya esta temporada, de la que solo se puede hacer un balance ligeramente positivo, Rafa Nadal encara diferentes retos que deben suponer un aliciente para el número dos del mundo.

El próximo torneo que jugará será el primer Grand Slam del año, el Open de Australia, en el que defiende todos los puntos como vigente campeón. Parece mentira, pero hace ya un año vimos a Roger Federer llorar a moco tendido debido a la superioridad que mostraba el español siempre que se enfrentaban.

Es el único Grand Slam en el que defiende su condición de vencedor, ya que en Roland Garros Robin Soderling lo eliminó en 3º ronda, en Wimbledon ni compitió y en el US OPEN se quedó en semifinales. ¿Es, por tanto, una temporada sencilla para el manacorí? Ni mucho menos.

Un argumento que apoya la teoría de que este año será más llevadero para Nadal es que tiene menos presión, al defender menos puntos puede jugar más suelto. Sin embargo a este razonamiento le falta un componente: el carácter del español. Amén de su talento para jugar, tiene un carácter que ya quisieran para sí muchos de los jugadores del top 10. El no dar una bola por perdida, el meterla por lugares increíbles son fruto de su competitividad, que no se rebaja ni un ápice en ningún momento del encuentro.



Dejando su carácter de lado, hay que fijarse en sus objetivos. Roland Garros es uno de ellos porque es un torneo prácticamente hecho a su medida, donde la bola bota a la altura que le gusta y se siente a gusto en el recinto francés a pesar de que la grada esté un poquita harta del "españolito de turno". La pronta eliminación del año pasado se debió a diversos factores. Evidentemente, uno de ellos fue encontrarse a un semidesconocido sueco llamado Robin Soderlin, que a la postre llegaría a la final, y que jugó a las mil maravillas durante todo el torneo gracias a ese martillo que tiene por derecha. Pero hay otras razones que ayudan a entender su derrota: su estado físico no era, ni de lejos el óptimo, él mismo declaró que no quería jugar más con dolor y por eso estuvo parado casi dos meses.
Luego están los emocionales, porque me gustaría recordar que no es un robot. Sus padres por aquella época estaban en trámites de separación, algo que descentró y con razón al mejor tenista español de todos los tiempos.
Este año una final en Roland Garros entre Nadal y Federer sería la mejor para el tenis, por muchos motivos (no todos ellos deportivos), pero sobre todo para demostrar que, en mi opinión, mientras esté sano, el español es amo y señor de la tierra gala.

La competición paralela al circuito, la Copa Davis, siempre es una ambición personal de cualquier tenista, y teniendo en cuenta el fantástico grupo de jugadores que nos ha tocado vivir, seremos favoritos, con o sin Nadal, por que la tercera Davis que se consiguió en Buenos Aires, fue sin él en la pista. En primera ronda nos ha tocado Suiza que depende (del todo) de si Roger Federer prefiere cambiar pañales a sus hijas o si le apetece jugar ante España, veremos. Aunque daría morbo verle por aquí, ¿o no?


Por supuesto, Wimbledon es otra de las citas marcadas en rojo en el calendario del español. Viene muy seguido del Grand Slam francés, por lo que da tiempo para un torneo en hierba previo y poco más. El último partido que disputó Nadal en la hierba londinense fue aquella final interminable en la que ganó y que será recordada mucho tiempo por la intensidad de los golpes y la tensión que produjo la lluvia, que alargó la final hasta las 4 h y 48 min de partido.

En lo personal, Nadal busca la manera de sacar y volear mejor, básicamente porque es lo único que le falta para ser un jugador completo del todo. Su estilo de juego le lleva a desgastarse mucho, por lo que es consciente de que, cuanto más rápido gane los puntos mejor conservará su físico y más tiempo estará en el eterno circuito de la ATP, ya que se descansa muy poco durante todo el año.

Al final, lo que todos queremos es verle sonreír de nuevo, que luche todos los puntos como nos tiene acostumbrados y que veamos esa imagen que tanto le gusta al balear y a nosotros...la de morder un trofeo


3 comentarios:

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  2. Interesantísimo artículo, como siempre.

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  3. Es leer un artículo tuyo y creerme que se algo sobre deporte. Aunque entre tanto campeonato y demás no has colgado ninguna foto de Nadal rodeado de las recogepelotas mientras sonríe :P

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