Tras un verano más bien agitado en los despachos de las franquicias esta semana ha comenzado una de las temporadas más atractivas de los últimos años. No es una frase hecha, ni mucho menos. A opinión del que escribe la conjunción de 3 de los mejores jugadores de la NBA en Miami supone uno de los factores más atrayentes para el público que han ocurrido en los últimos años. Cierto es que hace 3 años otros tres grandes jugadores (Garnett, Allen y Pierce) se juntaron en Boston, pero lo suyo fue más un intento a la desesperada por conseguir un anillo (que por cierto les salió bien) que lo que pretenden hacer en South Beach con LeBron James, Dwayne Wade y Chris Bosh, que no es ni más ni menos que crear una dinastía que marque la mejor liga del mundo en años venideros.
